12 dic 2011

Norte de India y Nepal. 1 New Delhi (13 de noviembre)

Después de un viaje más ameno de lo que esperamos (en Dubai tuvimos que esperar 10 horas) hemos llegado a Nueva Dehi. Nuestro alojamiento, Cottage Yes Please, está en una de las calles más céntricas y abarrotadas de Delhi así que después de una reparadora ducha y como aun nos queda algo de tarde por delante nos animamos a dar una vuelta. Hay que señalar que el primer contacto con la ciudad es bastante caótico, mucho ruido, mucha gente intentando llevarte a agencias de viajes, mucho tráfico…
Decidimos acercarnos a la oficina de turismo para pedir algo de información sobre las ciudades que teníamos pensado visitar y ese fue nuestro primer error. En toda India y especialmente en Delhi existen gran cantidad de agencias de viajes que ellos llaman Oficinas de turismo y cuentan con un montón de gente que en las calles que literalmente te asaltan para llevarte a las suyas y venderte un viaje organizado. Nada más salir a la calle nos encontramos con un chico que nos dijo que estudiaba ingles y quería hablar con nosotros para practicar (es una de las tácticas que usan para darte la chapa) y cuando le dijimos que estábamos buscando la Oficina de turismo el “muy amablemente” nos llevo a una para la que luego dedujimos que trabajaba. Allí después de decirles que ciudades queríamos visitar y pedirles información sobre ellas, nos empezaron a planificar un viaje a medida, dos días en Delhi, viaje con chofer privado a Jaisaelmer, alojamiento de primera categoría, safari por el desierto, otro chofer a Jodhpur…..y según nos ibas haciendo el recorrido nos dimos cuenta que en realidad no era una Oficina de turismo como entendemos nosotros sino que nos estaban intentando vender un viaje. Nosotros aguantamos estoicamente todo la planificación del viaje hasta que escuchamos el precio final que nos ofrecían…ASTRONOMICO¡¡. Desde el principio teníamos claro que no queríamos nada organizado, que este viaje lo íbamos a hacer como todos los anteriores, sobre la marcha asi que después de decirles de mil formas posibles que no nos interesaba (y eso que nos rebajaron considerablemente el precio) conseguimos salir de allí.
Después de semejante comienzo decidimos ir a tomar unas cervezas. En la India el alcohol es super caro y no lo venden en todos los sitios pues los bares necesitan permisos especiales, aun así cuando nos trajerón la cuenta por las dos cervezas nos pareció bastante cara así que cuando se lo hicimos notar al camarero, este sonrojándose nos dijo que se había equivocado y que nos había cobrado tres. Primera lección en la India: te intentan timar cuando menos te lo esperas.
Después de un comienzo tan “bueno” decidimos ir a dormir. Al día siguiente nos acercamos a la estación de tren con la intención de comprar los billetes para Jaisalmer nuestra siguiente parada. En todas las ciudades existen en las estaciones de trenes oficinas especiales para que los turistas obtengan sus billetes y en la de Delhi estaba en la primera planta. Habíamos leído en foros y en las guías que es casi misión imposible acceder a la de Delhi pues te intentan de nuevo mandar a agencias turísticas para que saces allí los billetes y llevarse la comisión. Para ello se inventan un montón de excusas, que si la oficina de la estación de tren esa cerrada, que está en obras, que se ha inundado…. Cuando nos acercamos a las escaleras que supuestamente lleva hasta la oficina nos salió al paso un indio con una tarjeta identificativa “supuestamente oficial” y nos dice que la oficina ya no existe y que teníamos que ir a una oficina que estaba en la otra parte de la ciudad. Nosotros que ya estábamos escarmentados del día anterior le indicamos que aun así queríamos subir a comprobarlo. El muy insistente nos decía que no existía la oficina y que teníamos que ir a la agencia. Como no estábamos muy convencidos preguntamos a un policía que allí estaba y confirmo su versión, que la oficina estaba cerrada. Nos intentaron meter en un Tuc-tuc (especie de taxi) pero como todo nos parecía un poco extraño les dijimos que íbamos a ir andando. En vez de ir a la agencia nos dirigimos (esta vez si) a la oficina de turismo oficial. Allí sin mucho entusiasmo nos dijeron que si existía dicha oficina y que no haríamos caso a nadie y que “intentásemos llegar”. Vuelta a la estación de trenes y creo que esta vez nos vieron cara de cabreados que nadie nos impidió llegar hasta ella. ¡¡¡Por fin teníamos los billetes para el día siguiente¡¡¡Ahora solo nos quedaba pasear y disfrutar del caos de esta ciudad.
Old Delhi merece perderse por sus calles, sus tiendas, sus gentes y comprobar como en el espacio más minúsculo posible con capaces de montar un tenderete para vender cualquier cosa.
El tren salía el 15 a las 17.30 así que con tiempo de sobra pillamos un Tuc-Tuc para que nos llevara a la estación de Old Delhi que era de donde salía nuestro tren. Después de regatear el precio, cosa en la que ya éramos experto, nos percatamos de que nuestro conductor le hacia una seña a otro y lo decía Old Delhi, y dedujimos que le decía donde nos llevaba. El conductor nos dio una vueltas por la ciudad y luego nos levo a la estación pero no a la de Old Delhi sino a la de New Delhi. Gracias al GPS del móvil nos dimos cuenta de la jugada y cuando le dijimos que se había equivocado de malas formas acepto a llevarnos donde le habíamos indicado en un principio después de hacer una señal al otro conductor que nos había seguido. Luego nos comentaron que muchas veces dos conductores se ponen de acuerdo, uno para llevarte a otro sitio distinto del que le habías indicado y el segundo para recogerte y llevarte donde quieres, de esta forma se cobran dos carreras.
Pillar un tren en la India es una de las mejores experiencias que se pueden tener en este país, pues lo que se ve en los andenes y en los trenes es parte de la vida de este país. Lo que más llama la atención es la cantidad de gente que hay siempre en las estaciones. Como los trenes suelen acumular un retraso importante (de varias horas) es normal ver un montón de familias tumbada en los andenes, durmiendo, comiendo…. y esperando a que llegue el esperado tren. Pero no solo los vivos esperan a tren, pues también pudimos observar una camilla con un difunto que seguro que esperaban el tren para ir a Venarasi y ser cremado frente al rio sagrado, el Ganges
Próxima parada Jaisalmer.



Tienda Michelin a lo indio



Jama Masjid, la mayor mezquita de la India



La última moda en saris














Tienda de New Delhi















¡Todos al cole! (Transporte escolar)



Esperando el tren

1 comentario:

  1. Hola, son unos consejos geniales, se ve que disfrutaste mucho el viaje, enhorabuena. Yo planeo viajar el siguiente mes, por lo tanto he estado buscando viajes organizados india y tus consejos me han ayudado mucho.

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